El pasado 23 de noviembre el compañero Fernando López Castellano nos presentó el último libro de Timur Kuran – La larga divergencia. El acto tuvo lugar en el Campus de Melilla de la Universidad de Granada.
La literatura sobre el desarrollo económico más reciente focaliza el análisis en las interacciones existentes entre normas sociales, valores culturales y desempeño económico. Al hilo de las narrativas neoinstitucionalistas sobre la «paradoja de Occidente» se sostiene que el «milagro» del crecimiento y de la evolución histórica que posibilitó la gran transformación producida entre los siglos X y XVIII en Europa Occidental se debió a la matriz institucional. Con el tiempo, se aduce, en las sociedades occidentales se fueron diseñando complejas estructuras institucionales (legales y organizativas) que favorecieron el crecimiento económico, porque restringieron el poder de los gobernantes, redujeron la incertidumbre en la interacción social, disminuyeron el coste de las transacciones y protegieron los derechos de propiedad.
Con todo, desde principios del presente siglo, nuevas investigaciones están cuestionando los fundamentos institucionales de la prosperidad de las naciones, y restando protagonismo al perfeccionamiento progresivo de las instituciones políticas y económicas y al desarrollo gradual de mercados más eficientes como determinantes del crecimiento económico sostenido. Se reafirma la importancia de las políticas y las acciones emprendidas por las autoridades públicas, entre mediados del XI y el siglo XII, para la Revolución Comercial medieval, y se argumenta que la expansión ultramarina de Europa no fue sólo expresión de su dinamismo mercantil, que los patrones comerciales históricos se vieron fuertemente influenciados por el contexto geopolítico y la interrelación del comercio, la coerción y la colonización (Findlay & O’Rourke, 2007; Ogilvie & Carus, 2014).
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